Yo no quise lastimarte, solamente te dije que no... No estarás acostumbrado a sentirte rechazado. Ok, perdón, fue sin querer. Yo no quise caminarte y llegó el momento de correr. Hay que salvar el alma pero con calma vas a poder. Donde lloran las gaviotas vamos juntos a llorar. No te preocupes, no se te nota que no sabes encajar. Supongo que dolió un poco si fue la primera vez, pero hay que ser fuerte contra la corriente también. Cuantas veces me dijeron que no a mi, y sobreviví... Dame la mano y veni que te enseño a perder. ¿Por qué te pusiste así? La próxima vez te digo que si. Igual, somos amigos, porque para enemigos hay un montón de gente corriente
martes, 12 de junio de 2012
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