Brindo hoy por tu alma, por tu vientre y por lo que, tal vez, nunca más veré. Vivo esta vida sólo si vivo en tu vida, y duermo en tu espacio azul. Mientras me moje en tu cuerpo de estrellas confundidos nos buscaremos sin luz. Siempre llegamos el uno hasta el otro, y el otro y el uno ya no son dos. Entre tus duendes, tu cielo y tu infierno vuelan mis deseos, corren buscando sin razón. Porque noche tras noche y verso tras verso te encuentro como a este eco de mi soledad.
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