domingo, 24 de marzo de 2013
Me despierto y no tengo cabeza, siento pasos dentro del colchón. En el techo hay un nido de ratas, tengo un brazo de cada color. Mi mascota me mira de reojo, me pesa el alma como un jabalí. El espejo me mira y me aplaude, la botella dice "yo no fui". Mientras tanto vos seguís dormida, apenas me acuerdo quien sos. Otra vez me olvidé de sacar la basura del baldío de mi corazón. Decime que no... Decime que anoche nunca existió. La mañana entra como una bruja en la escoba de un pálido Sol. El florero se lava los dientes, mi pijama tiene sarampión. Y se escucha el primer alboroto, porteros baldeando al compás de la Diez. La ciudad y su impávido show de mamíferos tristes en marcha otra vez. Mientras vos hablas en sueños, yo me encierro en el baño a fumar. Otra vez me olvidé de cambiar los pañales del desastre de mi soledad. Decime que no... Decime que anoche nunca existió.
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