lunes, 25 de marzo de 2013
Fue amor a tercera vista la segunda vez que te vi. Es que andaba muerto y distraído la primera. Cuesta no acordarse las torpezas ¿Donde estabas cuando no estabas? ¿En qué calles no te crucé? ¿Quién demonios atrasó el reloj de mi muñeca? No es de nobles llegar tarde a una Julieta. Será que siempre fui un Romeo experto en besos de saldo, salpicando risas idiotas en balcones equivocados. Afuera se suicida el mundo, la peste come y avanza. Yo me quiero mudar a tu ombligo. Tengo todo, afilo las uñas de este amor... Me fuiste hermoseando la casa, con vainilla y con hip-hop. Hoy tus labios le pusieron precio a mi cabeza. No es tan gratis mirar fijo a una princesa. Voy a convidarte siestas cuando no te puedas dormir. A babuchas de este sueño le pondré pecho a lo que venga. Apuesto el cuello, y tres condenas.
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