jueves, 11 de octubre de 2012

No vengas con sermones ni alabanzas, ni vuelvas a decir lo que ya se. Trae tus aretes de mudanza, y el vestido aquel que siempre te quité. Te invito a que me invites esta noche al pecado que jamás yo te invité. Te invito a que te abstengas de reproches si todos mis defectos ya los se. Hay amores como el tuyo que duelen cuando están o si se van. Hay amores sin orgullo que viven de perder la dignidad. Tu vida me sirvió para morirme, la muerte me enseñó que hay que vivir. No arregles lo que no se descompuso, que nadie acá está listo pa' cambiar. Amores que se gastan con el uso merecen libertad y descansar. No pidas que te diga lo que sabes, ni quieras tu saber lo que no se. De todo lo demás tienes las llaves y si hace falta algo, lo olvidé. 

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