martes, 12 de julio de 2011

Siempre un mal de amor lamenta, lleva una daga en el pecho. Es la ofrenda de una dama que no quiso rey, y un viaje lento hasta una luna sin miel. Quedarse es tan triste como irse, el que tiene una certeza solo sabe equivocarse. Y va perdido esperando una señal, preso en la bruma de la inercia. Más cuando se anda tan lejos, pidiendo auxilio en el desierto. Desintegrado, en un cráter cayó, y va aturdido y sin reflejos. Y llora cuando recuerda ese amor que lo hizo mierda. O porque no quiere reconocer que esta solo..

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