Ya no se puede decir nada más, es hora de despertar. Es muy profundo el sueño que lo atrapa, es algo que a su voluntad escapa. No mira el cielo, todo lo dejó en la nada. Fue cómplice de sus miserias, que la echaron de su cama. Y es tan difícil que pase algo y llegar a mañana
¿Cómo matar esa mirada? ¿Cómo ocultar promesas vanas? Con solo un par de cosas claras como soñó una vez.
Entregarle cuerpo y alma, ser el vuelo de sus alas. Y es tan difícil...
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