Mi alma reconoció tu voz...
Siempre fui esclavo de la libertad, de esos que saben flotar, y que besan el cielo... Hasta que apareciste por ahí, me decidí a aterrizar, y quedarme en tu suelo. Descubrí mi fe en tu ilusión, mi alma reconoció tu voz, y así se fue detrás de ti mi corazón. Vuelo entre tus alas, despierto entre tu calma y mi paz, y mi razón. Viajo en tu mirada, me elevas, soy mejor de lo que fui por ti, amor.
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