lunes, 28 de octubre de 2013
Sos la murga que nace en la entraña del malón de la raza que destila este sudor. Con un ojo emparchado y un cacho de corazón cuando se pone pura grasa la pasión. Murga murguera, agua de zanja, piel de vereda, llevame con vos al suburbio mundano que no tiene escalafón, donde pintan buenos, malos, qué se yo... La tristeza es un vaso que también se desfondó ese día que al tun-tun la gambeteó. Murga murguera, agua de zanja, piel de vereda, llevame con vos. Murga murguera, bajo tu cielo estrellado se agitan las melenas, llevame con vos a tocar hasta que sangren las manos. En medio de la resaca intenta muy lento la murga entonar, pero es un vago lamento parecido al viento que lo hace pensar. Sos la musa minusa que me trae inspiración, yo te juro que no dejo mi tambor porque verte morocha es tan linda sensación. Solo toco para que bailes vos. Negra murguera, subí a la comparsa y move tus caderas, llevame con vos. En la calle ya se dice que no era como soy ¿qué queres? Si la ternura me brotó. Y esos versos tan melosos que tu danza se robó son la prueba irrebatible de un amor. Él mientras vuelve a su casa repasa los pasos que tiene que dar, y culpa a la borrachera de haberse olvidado a la negra en un bar...
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